CLOCSAS (2017), “Confederación Latinoamericana de Organizaciones Comunitarias de Servicios de Agua y Saneamiento: Antecedentes, evolución y potencialidades”
Este informe tiene, entre otros objetivos, conocer cómo están organizadas y recorrer la reciente historia, logros y desafíos a futuro de la Confederación Latinoamericana de Organizaciones Comunitarias de Servicios de Agua y Saneamiento (CLOCSAS). La CLOCSAS, es una organización que promueve la asociatividad de Organizaciones Comunitarias de Servicios de Agua y Saneamiento (OCSAS), como estrategia para el fortalecimiento de la gestión comunitaria del agua (GCA) para consumo humano en Latinoamérica y el Caribe.
Aunque la decisión de fundar una Confederación que agrupara a todas las organizaciones comunitarias de agua había sido adoptada en el año 2011, en el Segundo Encuentro Latinoamericano de Gestión Comunitaria del Agua, en Cusco, Perú, fue durante el III Encuentro Latinoamericano de Gestión Comunitaria del Agua, que se realiza en Cuenca, Ecuador, en septiembre del 2012, la CLOCSAS donde la CLOCSAS sostiene su Asamblea Fundacional y aprueban sus estatutos
Esta publicación incluye, además, reflexiones sobre la importancia de la asociatividad en la gestión comunitaria del agua, la realidad de la nueva ruralidad latinoamericana -de un modelo de sociedad agraria con actividades primarias aisladas a una sociedad rural más diversificada y conectada- marcada por una mayor conectividad física y virtual y unas mayores demandas de servicios básicos de calidad, la generación y desarrollo del conocimiento e incidencia de la CLOCSAS, la urgencia de priorizar el saneamiento o la necesidad de responder a las exigencias de la adaptación al cambio climático. De acuerdo a este informe, en Latinoamérica existen más de 145.000 OCSAS que dan acceso a agua a más de 70 millones de personas.
El fortalecimiento institucional y la necesidad de lograr visibilidad y reconocimiento de la gestión comunitaria del agua son elementos clave a los que dar respuesta en este momento para lograr un mejor desempeño de esta labor. Identificar bien los desafíos es crucial para empezar a enfrentarlos y afrontarlos con éxito.
Según la Fundación Avina, “las OCSAS son estructuras sociales creadas por grupos de vecinos donde generalmente no llega el servicio de los operadores públicos, privados o mixtos que atienden a las grandes ciudades. Por medio de estatutos de autogobierno, trabajo mancomunado y elección de líderes de manera democrática, dirigen sus esfuerzos a establecer un sistema de captación, potabilización, distribución y pago por el servicio del agua y algunas veces del saneamiento. Sus líderes normalmente no reciben remuneración por su trabajo, sino que lo hacen por vocación y compromiso social”.
Hoy en día, aunque algunas de esas OCSAS son fuertes y capaces de proveer agua a sus comunidades de manera sostenible, lamentablemente eso no es la norma. De manera general, se trata de organizaciones débiles, con poco apoyo institucional, limitados recursos, pocas oportunidades de fortalecer sus capacidades, poca cohesión entre ellas y limitada representación a nivel nacional que les permita ser visibles y tomadas en cuenta.
Esta situación repercute directamente en las condiciones actuales de funcionalidad y en la respuesta que estas organizaciones dan a los grandes desafíos del sector de agua y saneamiento rural que presenta la región.
En conclusión, la problemática de las OCSAS es muy heterogénea y compleja, no solo entre un país y otro, sino incluso dentro de un mismo país, considerando los diferentes modelos de organización, la calidad del servicio y los niveles de sostenibilidad de los sistemas. Existe una gran variabilidad en el tamaño y servicios ofrecidos por la OCSAS. Las más pequeñas y generalmente las más débiles atienden a unas 50 familias, pero las más grandes pueden incluso llegar a abarcar varios miles de familias. El foco de servicio de la mayoría de las OCSAS es el agua, pero algunas más sofisticadas han ampliado sus servicios al saneamiento de aguas residuales e incluso a la gestión de sólidos. Además de su rol primordial de provisión de agua, las OCSAS promueven en sus comunidades valores democráticos, generan cohesión por un objetivo común y permiten el desarrollo de liderazgos. Para beneficiarse de economías de escala, pero sobre todo para poder ejercer mejor y con más peso su participación en la sociedad, las OCSAS en varios países de la región han empezado a organizarse en asociaciones de segundo nivel y en muchos casos hasta en federaciones nacionales de OCSAS.
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