Bibliografía

Villarroel Bloomfield, Fernanda (2011) “Asociaciones Públicas Comunitarias de Agua Potable Rural en Chile (Apr): Caracterización, Función, Contextos y Desafíos” Tesis para optar al título de Licenciada en Antropología, Universidad Academia de Humanismo Cristiano.

El objetivo principal de esta investigación es analizar la gestión pública-comunitaria de los servicios de agua potable rural en Chile, considerando sus características, funciones y contexto, como también los desafíos que enfrenta el actor social, comprendiendo la relevancia que posee en la dotación y buen manejo del recurso hídrico para el país. Para efectos de esta tesis, se trabajará con la Antropología Ambiental, con el fin de comprender cómo influyen en la cultura las variaciones en el medioambiente –en este caso desde el tema del agua, y específicamente, desde las asociaciones públicas comunitarias de agua potable en Chile- y las prácticas culturales en el medioambiente conformándose esta relación de manera bidireccional.

A juicio de su autora, esta tesis se entiende como una acción de interfase, conectando campos aparentemente distanciados como el de la antropología y la gestión pública del agua. La Antropología Ambiental surge como una caja de herramientas para llevar a cabo este proyecto, en el entendido que es complejo el enlazar todo dentro de un gran tejido, conectar lo macro con lo micro, lo global con lo local, lo gubernamental con las organizaciones civiles, así como lo público y lo privado. Además, se precisa de una perspectiva cultural al tema del agua, dado que sus alcances trascienden lo puramente económico o político. Esta tesis propone un giro, en el sentido de entender que el agua es, ante todo, una cuestión de índole socio-cultural.

En su investigación, la autora se propone cinco objetivos específicos: i) describir los factores socio-culturales, así como los marcos institucionales, que regulan la gestión pública del agua en Chile; ii) comprender como funcionan las APR en el marco de políticas nacionales sobre acceso y gestión del recurso hídrico y su rol en la formulación de la política pública del sector; iii) sistematizar información sobre el número, estructura y funciones de las APR  y iv) caracterizar y relevar al actor social (participantes de las APR) en cuanto a sus funciones socioambientales y políticas.

La cultura del agua es un concepto que nos permite acercarnos a la realidad compleja que surge de la relación agua y sociedad. Por lo tanto, al estar dicha relación latente en las APR y en sus actores, es factible decir que éstos se hayan dentro de la cultura del agua, comparten formas organizativas, creencias, esperanzas y desafíos comunes, entre otras cosas.

El trabajo de tesis describe algunos ejemplos de sistemas públicos-comunitarios en la región Latinoamericana destacando que prácticamente en cualquier país del mundo las organizaciones comunitarias han buscado establecer acuerdos vinculantes y leyes que declaran al agua como un derecho humano fundamental. Sin embargo, debido a la falta de voluntad política y capacidad de aplicación, se hace difícil llevarlos a cabo. Las asociaciones comunitarias son claramente la expresión de la voluntad popular que en todo el mundo reclama que no se le puede negar a nadie el agua, elemento vital por excelencia.

Un ejemplo connotado de los sistemas públicos-comunitarios es el caso de Uruguay, cuya gestión pública del agua difiere sustancialmente de la chilena, ha sido sometida a plebiscitos a la ciudadanía respecto al estado y dominio del agua.

La administración de las Obras Sanitarias del Estado (OSE) es la empresa estatal uruguaya responsable de brindar el servicio de agua potable en todo el país; y el de saneamiento a través de redes públicas en todos los departamentos del mismo, con excepción de su capital, Montevideo, cuyo servicio es responsabilidad de la Intendencia Municipal

Varias organizaciones sociales nucleadas en la Comisión Nacional en Defensa del Agua y de la Vida (CNDAV), respaldadas por casi dos terceras partes de la ciudadanía, lograron incluir en la Constitución de Uruguay la consideración del agua como un derecho humano fundamental, sentando las bases para que la gestión de los recursos hídricos sea pública y esté basada en criterios de participación social y sustentabilidad. Este hecho marca un importante precedente internacional, por tratarse de una de las primeras experiencias de incluir un derecho ambiental en la Constitución de un país a través de la democracia directa

En Uruguay, OSE es propietaria y responsable del servicio de agua potable y saneamiento y también aporta en inversión y en respaldo técnico

Actualmente, OSE cuenta con 330 servicios de agua potable en todo el país. Atiende a más de 110 localidades con menos de 150 conexiones cada una que representan casi un 40% del total de servicios, pero en términos de conexiones son menos del 1%. La limitante para el abastecimiento de poblados más pequeños y aislados de parte de OSE no se da fundamentalmente por el monto de las inversiones a asumir, ni por las dificultades técnicas de la operación sino por la falta de disponibilidad y capacidad de horas/hombre para la operación, mantenimiento y supervisión de los sistemas en funcionamiento a posteriori de la implementación del servicio

Otra experiencia interesante son los abundantes sistemas comunitarios de suministro de agua que existen en Bolivia. Si bien estos son reconocidos en cierta medida por las políticas nacionales de descentralización y el gobierno local, todavía no se los consideran suficientemente en las políticas y planes nacionales de agua y saneamiento, especialmente en el dinámico espacio peri-urbano. De acuerdo a un estudio realizado por el Viceministerio de Saneamiento Básico (2004), más de la mitad de los sistemas de suministro de agua en Bolivia (54%) son gestionados por comités y un 25% por cooperativas, mientras que solo el 11% de los sistemas (generalmente más grandes) son operados por las municipalidades.

Los procesos y movimientos sociales en Bolivia cuyos miembros (usuarios, sistemas comunitarios de riego o agua para consumo doméstico, Otis, entre otros) han sido los principales actores en la gestión del agua, se han desarrollado inicialmente en defensa de los derechos consuetudinarios sobre el uso del agua y la prestación de servicios. Las movilizaciones han surgido en defensa de dichos derechos y en contra de la aplicación de políticas que promovían la participación de empresas privadas en detrimento de estos derechos, desapropiando de las fuentes de agua que tradicionalmente estos actores habían gestionado

Después de la guerra del agua, que impidió la incorporación de empresas en la provisión de agua potable en la ciudad de Cochabamba, la mayoría de las comunidades en los barrios pobres de la zona sur de la ciudad iniciaron la construcción de sus propios sistemas autónomos abastecidos por pozos subterráneos y gestionados por cooperativas autónomas, comités informales o consejos vecinales elegidos por los habitantes.

El primer resultado que se destaca en esta investigación es que la participación es clave en la gestión de las APR, contribuyendo a mejorar y democratizar la organización. El segundo resultado es sobre la función del Ministerio de Obras Públicas que apoya, capacita e invierte en las APR y que es fundamental para su funcionamiento. El tercer resultado postula que el problema del agua en Chile es un problema político, lo que repercute invariablemente en las APR, noción que se repite a lo largo de esta tesis. El cuarto resultado aboga que en la funcionalidad de las APR existe una dualidad entre la heterogeneidad y la homogeneidad, dos conceptos contrarios pero que se pueden encontrar en las APR. El quinto resultado es sobre la funcionalidad del sistema APR, describiéndose como positiva. El sexto resultado postula que a pesar de la funcionalidad de las APR, es necesario ampliar la cobertura, pues todavía quedan sectores rurales sin agua potable. El séptimo resultado arguye que la gestión pública del agua en Chile no contribuye a un desarrollo sostenible, pues todavía hay degradación ambiental e inequidad (económica, social, cultural y ambiental). El octavo y último resultado de esta tesis son las propuestas para enfrentar las debilidades y vigorizar las fortalezas de las APR.

Esta tesis apunta a que sin cambio cultural no puede darse un cambio en la gestión del agua, “cambio cultural que avance en la construcción de sociedades democráticas en las que la democracia del agua sea posible.” El cambio cultural del agua se orienta como factor de desarrollo al proporcionar vida, recreación, industria, comercio, sostenibilidad de los asentamientos humanos, insumo básico para la agricultura y por consiguiente elemento indispensable para el combate de la desnutrición, como medicina preventiva, y de preservación ambiental para sostener la cadena alimenticia flora, fauna, ser humano.

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